Escondida de la verdad - Capítulo 2 -

Se levantó por la mañana, y ella, se sorprendió, todos los cuadros empezaron a moverse, como por arte de magia, ella pensó que estaban arreglándolos y los estaban moviendo desde atrás, se asomó, y qué va, nadie. Solitaria estaba en el pasillo, no había nadie, las ventanas cerradas, ¿qué aire o viento estaría empujándolos?

Los dibujos de los cuadros con cada movimiento hacia delante y hacia detrás, cambiaban los dibujos de dentro del cuadro, como si estuvieran escupiendo pintura, y se cambiara automáticamente, cosa más rara.

Ella cada vez más indecisa, llamó a su abuela, la Sra. Marilín.
-Abuela, mira qué está sucediendo, me da miedo, ¿por qué pasa esto?...- Le contó toda la historia.
-No cariño, seguramente, te duela la cabeza, come algo, que has desayunado hace mucho y relájate un rato.- Dijo la Sra. Marilín, con cara de sorpresa.

Su abuela, no sabía si sonreír o preocuparse, tal vez las dos cosas, ya que el misterio del Fantasma de las mentiras que habitaba en la casa desde que se construyó, no lo sabía la niña, pero era un secreto que lo saben todos los nietos de la familia a los 13 años. A ella, la quedaban aún 3 años, pero no era tonta, era más lista de lo que parecía, aunque no llegaba a deducir que podía ser un fantasma, ya que no existen para ella.
Esa casa, perteneció a sus antepasados, desde hace siglos y millones de años, han tirado esa casa unas 4 veces para ver si el Fantasma se moría, pero no había manera, era inmortal, como los vampiros.

Se lo dijo a la madre de Mary, Rebeca Oxward, y se rió. Sonrió suavemente y añadió:
-Tú espera mamá, seguro que sabrá que algo pasa, pero no llegará nunca a la conclusión de que es un Fantasma, porque raro es, desde luego, pero... Tengo una pregunta: ¿qué pasa si se entera antes de los 13 años?
-Pasar, no pasa nada, pero tal vez la cueste entenderlo y su crecimiento empeore, por temas de salud mental, tampoco queremos que se obsesione y la de miedo, y tenga efectos secundarios, tipo suicidio, ni cosas así.
Intentemos evitar que se entere, pero si no queda más remedio, se tendrá que enterar de una manera u otra.